VII

-"EL ARTISTEO" SUBVENCIONADO Y CÓMPLICE-
 
 
 

https://es.wikipedia.org/wiki/Tania_Bruguera


 
 
"La libertad de expresión en el mundo, parece estar cada vez más bajo acoso"

 
 
 
Tania Bruguera

 
 
Declaración de Arte Político
 
 

Establezco una diferencia en el arte entre representar lo que es político y actuar de modo político. Creo que hay muchos políticos profesionales que en realidad son representaciones, porque en realidad no hacen política. Hacen todo lo que rodea y acompaña el cambio del mundo sin en realidad cambiarlo y creo que nos hemos acostumbrado un tanto a ese tipo de burócrata-político o celebridad-política, o al político que no cree ya en la política, sino sólo en ser electo. Nos hemos acostumbrado a la representación de las cosas.
 

Mientras la política es la acción de cambiar las cosas en la sociedad, en el arte hay muchos artistas que trabajan con imágenes de los medios de difusión y de la política, pero a quienes no interesan las consecuencias de su obra. El arte político es el que trabaja sobre las consecuencias de su existencia, de sus interacciones, y no permanece en el nivel de asociación o memoria gráfica. Es intervenir en el proceso que se crea después que las personas piensan que la experiencia artística ha terminado. El arte político es el que más trasciende la esfera del arte al entrar en la naturaleza diaria de las personas: un arte que les hace pensar. El arte es algo que debe considerarse disponible, un medio para otras cosas, una capa protectora. Comprendo que hay artistas que son coherentes y a los que respeto, que se centran en la búsqueda de nuevas combinaciones asociativas, pero esta experiencia en sí, sin un propósito fuera del mundo del arte, no me entusiasma. El arte, al igual que ocurre con un descubrimiento científico, debe verse en sus aplicaciones. El arte puede usarse también con fines políticos, pero eso no es arte político: es arte-propaganda. El arte político tiene dudas, no certezas; tiene intenciones, no programas; comparte con aquellos que lo encuentran, no se les impone; se define mientras se hace; es una experiencia, no una imagen; es algo que entra en la esfera de las emociones y que es más complejo que una unidad de pensamiento. El arte político es el que se hace cuando está pasado de moda y cuando es incómodo, jurídicamente incómodo, cívicamente incómodo, humanamente incómodo. Nos afecta. El arte político es conocimiento incómodo.
 

Uno de los problemas históricos del arte político es estar desfasado de las vanguardias artísticas cuando hablamos sobre arte político popular, como si hubiera una suerte de actitud condescendiente hacia el público, como si hubiera un solo lenguaje para representar lo que es político, un lenguaje que no pretende hacer pensar a la gente, sino que la unifica. En el caso del arte político realizado en el mundo del arte, hay una enorme posibilidad de que exista una gran falta de comunicación porque, para el público en general, implica un proceso educativo [no didáctico], que lo eduque contra su temor, contra el temor de temer; educarlo contra lo que no conoce, lo que constituye una forma muy eficaz de inmovilización utilizada por los políticos. Por otra parte, quienes son profesionales de la política se han apropiado de los espacios cívicos, han mezclado y utilizado estrategias corporativas en espacios civiles como la libertad de expresión, como la existencia de instituciones sociales que confunden la eficiencia con la necesidad de existir y funcionar en sociedad. La política no es un servicio: es una forma de pensar en el futuro. No podemos confundirnos con la dimensión administrativa de la utopía.
 

Si creo que la acción política desde dentro del arte-sistema puede superar la representación, pero el problema es por cuánto tiempo y con qué nivel de deterioro. El arte político debe resistir la erosión de la incredulidad, el cinismo, la banalización, la indiferencia de quienes tienen intereses dentro del arte, y la presión de que exista una continuación después de que su necesidad política haya expirado. El arte político no debiera desear continuar viviendo porque su esencia posee implicaciones transitorias. En ocasiones, el arte con intenciones políticas y con una ideología dada incluso se convierte en su opuesto, se convierte en lo que está criticando. Este es el desafío más difícil del arte político, porque cuando ya no existe la "necesidad" política de su existencia de este arte, surge la búsqueda de un sentido de continuación/existencia y la importancia se convierte en autosuficiencia. El arte político no debe considerarse importante él mismo, porque no conoce de antemano cuál será su impacto y porque su impacto expira. Es un tipo de arte que no puede temer ser destruido y desaparecer.
 
 


 
 
Es necesario luchar con fiereza por eliminar la idea de dar al arte político una "etiqueta" hegemónica. Este debe ser el primer gesto de un artista político.
 

Puedo garantizar que este arte, que ahora es dócil, en un tiempo era incómodo. El arte político [que no es más artístico de lo que es político] no es cómodo porque habla desde una posición de exigencia y porque muchas veces va acompañado de nuevas formas y esto requiere algún ajuste de los espectadores a fin de garantizar que lo que tienen ante ellos es realmente arte. De modo que este regreso al arte político viene ya con la tristeza de conocer que será inadecuadamente coleccionable y con una confianza trágica en su eficacia limitada. Los artistas conocen hoy algo del arte político histórico a través de documentación, aunque falta el apremio que lo hizo necesario, y la ira que lo hizo ser rechazado o eficaz, o ambas cosas. Gran parte del arte político de hoy es más una "cita" que un gesto político.
 

La apropiación de la "estética de la revuelta por el sistema publicitario" es un síntoma de atraso en el desarrollo de un nuevo lenguaje político del pueblo y de la necesidad de renovarlo [es ahí que un artista puede brindar una gran contribución]. Pero, de algún modo, también es un juego de invalidación, de banalización de la potencialidad de las cosas por parte de la clase dirigente, pudiéramos decir que algo ya tan corriente y esperado. Que algo sea una suerte de "acuerdo generalizado" no significa que haya perdido su posible eficacia. Somos artistas individuales que trabajan contra equipos de especialistas en sumisión en masa. Es por ello que debemos ser radicales y no rendirnos con tanta rápidez, al menos no hasta que hayamos agotado las posibilidades de lo que estamos admitiendo.
 

Creo que a los interesados en arte político aún les afecta mucho el antagonismo entre los pintores de la corte y los modelos de artistas opuestos a la clase dirigiente, pero existen más posibilidades: se puede ser artista cívico o artista independiente. Existen muchas otras opciones. Si uno entra en la esfera del arte político, debe comprender que no se trata de una posición transitoria en que uno está únicamente contra el poder hasta que éste lo absorbe o que, por el contrario, si no se le absorbe, se convierte en una persona desgraciada, resentida. Ser un artista político no tiene nada que ver con ser aceptado o con un consenso.
 

Aunque para los artistas políticos es muy evidente que no deseamos ser decoradores interiores, tenemos que repensar cómo establecer nuestra relación con el poder. Algunos artistas han sentido la necesidad de entrar directamente en la política. Creo que, de cierto modo, nuestra posición debe ser de insatisfacción por sólo ser capaces de estar entre ambos, el arte y la política.

 
 
"Las ambiguas relaciones del poder y el arte"
 
 


 
 
 
Amelia Castilla
 
 
 
-El País [05/11/1995]-
 
 
 Escritores, artistas y pintores se pronuncian
 
 

Ya no hay bodeguilla. Hace años que Felipe González no necesita el consejo de los artistas. ¿Connivencia, independencia o crítica? ¿Qué postura deben adoptar los artistas frente a las actitudes del poder para evitar la crítica y controlar el discurso cultural? Subvenciones, disponibilidad de infraestructuras del patrimonio, el patrocinio de la obra individual y la contratación de artistas durante las fiestas son sólo un ejemplo de las posibles formas de control. Sólo la cultura mantiene 250.000 puestos de trabajo y el sector público le dedica 400.000 millones de pesetas anuales. En la encuesta que se ofrece abajo, escritores, pintores, artistas, se rasgan las vestiduras ante las injerencias del poder. "El autor, con hacer un buen trabajo, ya tiene bastante", dice Antonio López; Albert Boadella es partidario de meterse hasta el cuello en la mierda, y, como dicen en el pueblo de Antonio Gala, "un olivar dura más que un ministro".

 
Antonio López. ¿Quién patrocina el arte?. La Iglesia, el poder y el dinero, según las épocas. El autor con ser honesto y hacer un buen trabajo, ya tiene bastante. Hasta los impresionistas, el arte no funcionó por su propia cuenta y por su propio impulso. Ése es un precedente que hemos seguido todos, primero está el trabajo individual y luego encontrar a alguien que lo pague. ¿Puede el poder ensuciar al artista?. Depende de quién lo haga; hay gente que desea ser vasallo y otros que no lo serán nunca. Miguel Ángel estaba al servicio de los papas y nunca hizo lo que no debía; ¿qué más da que fueran indignos los que encargaban los trabajos?. En este momento la causa que más me interesa es la ecologica, ésa es la gran amenaza para todos y lo que al final va a decidir todo; el resto son jueguecitos de salón.
 

Pablo Guerrero. El compromiso tiene que ser ético y estético con la propia obra. El artista tiene que intentar comunicar su verdad al público y ser absolutamente crítico con el poder o pasar absolutamente de él. No se debe sentir presionado en ningún momento por ideologías de tipo doctrinario. Creo que hay que comunicarse a través de los sentidos y no a través de las ideas. Hay que tomar posturas sobre temas concretos; en este sentido me preocupa especialmente la degradación del medio ambiente y la ecología. No soy nacionalista, creo que la mente humana debe abrirse a la evidencia del planeta.
 

Albert Boadella. Los artistas deben ser independientes del poder, lo que no quiere decir independencia ideológica. El problema de Europa en las últimas décadas es que, a través de las subvenciones, se han conseguido tributos de vasallaje. El poder se ha convertido en el mecenas del artista, el cual, como contrapartida, debe tender a la independencia y a la libertad. Yo soy partidario de que pague el público. La actitud del artista debe ser transgresora con respecto al poder; no hay poder perfecto; por eso artistas e intelectuales deben apuntar sus críticas en esa dirección. Milito en el P.S.C. porque siempre me ha gustado llenarme de mierda hasta el cuello y porque no me gusta que el artista esté por encima del bien y del mal.
 

José Menese. Cada uno tiene sus ideas y ha de pechar con ellas. Yo no soy chaquetero. Como cantante flamenco he tenido muchísimos reveses, y los sigo teniendo sólo por militar en el P.C.E. Yo le digo mucho a mi mujer que he nacido para ser como soy, mi rebeldía va unida a mi forma de pensar. Cuando voy a grabar un disco sólo me planteo hablar de mis cosas, de mis vivencias, de lo que me rodea. Mis primeros trabajos se referían a lo que pasaba en mi pueblo y la gentuza que había allí. Es curioso, pero a mí todos han querido quitarme de en medio: lo mismo fascistas que socialistas, quizás porque nunca he estado del lado de los ganadores. Todavía estoy vetado por algunos ayuntamientos. Los artistas, si están comprometidos, deben desarrollar ese compromiso con talento.
 

Eduardo Úrculo. El artista debe de estar comprometido, en primer lugar, consigo mismo, y luego, con su trabajo; sin ese principio no hay compromiso posterior. Claro que, eso no es óbice para que el artista se desentienda de los problemas que afectan a la condición humana. El artista debe estar lo más alejado posible del poder. El poder, que es sinónimo del Estado, utiliza a los individuos. En estos últimos años, mi generación ha sostenido una relación bastante estrecha con el poder. Hemos sido queridos y nos han dado chocolatinas, y eso no es bueno ni ha resultado rentable nada más que para algunos bolsillos.
 

Carlos Saura. Con el poder no me he comprometido nunca. Soy muy individual, y, desde mi punto de vista, los compromisos deben ser morales y personales. Hay muchas causas, yo me comprometo a defender algunas y atacar las que no me gustan. Siempre he estado del lado de la izquierda, aunque reconozco que con el franquismo era más fácil adoptar una postura. A mí todo el mundo me ha tildado, siempre de compañero de viaje, y me parece bien que sea así, porque yo no pertenezco a ningún partido. Eso está fuera de mis principios, soy muy anárquico.
 

Alex de la Iglesia. Sería mejor preguntarle eso al poder que a los que nos dedicamos a la producción creativa. El arte abstracto progresó en Estados Unidos gracias a la CIA; seguro que Jackson Pollock se consideraba un gran artista y no sabía que era al Gobierno al que le interesaba que lo pareciera. Claro que también podría darse el caso contrario; hay autores muy importantes olvidados por la historia debido al que fue su jefe. Es el caso del arquitecto alemán nazi Speer, destinado a edificar la capital del mundo y cuya obra se quedó en proyecto. A los grandes autores siempre se les atribuyen procedencias de uno u otro signo. De Heidegger decían que era nazi, y de John Ford, que era un cabrón, pero, bueno, ahí están sus obras. Con respecto al poder, creo que hay que ser críticos aunque lo haga bien, porque es necesario que exista una antítesis para que haya una conclusión.
 

Vizcaíno Casas. Siempre he creído que la cultura, en cualquiera de sus manifestaciones, debería ser completamente independiente de los poderes públicos. Desgraciadamente, en la actualidad los poderes públicos influyen cada vez más en los ámbitos culturales, y los controlan y dirigen, lo cual, además de inconstitucional, es una vergüenza que padecemos quienes somos independientes. Un intelectual debe ser observador de su tiempo y de su entorno, y contarlo con absoluta honestidad, aunque siempre desde su óptica particular. O sea, como no lo hace ninguno de los intelectuales de ahora.
 

Norma Duval. La cultura no pertenece a ningún partido, es un bien común y universal y no debe estar sometida a ningún tipo de poder. El arte está por encima de eso. Sin embargo, hay cosas que deben ser apoyadas por las instituciones, como es el caso del patrimonio histórico. Lo que no se puede mantener es otro tipo de subvenciones como las ayudas que se dan a algunas películas que no me parecen nada culturales.
 

Mariano Barroso. Es importante mantenerse al margen o enfrente del poder. El único compromiso del artista es consigo mismo y con su tiempo. Nunca puede estar comprometido con el poder, sino con las víctimas de ese poder. Hay que combatir el poder, sea cual sea, y cuanto más conservador sea, más guerra hay que darle. Cuando un artista, entre comillas, crea o hace su trabajo en función de lo que el poder demanda, lo que salga estará muerto, manipulado. Desde el punto de vista del poder, éste tiene que tener la visión de soportar a los artistas. Como dice Julian Bec, del Living Theater, "al poder no le interesa llevar la cultura al pueblo, sólo le interesa llevar joyas a su corona".
 

Martirio. El mensaje de fondo del artista es la libertad. Ninguna atadura. El artista puede tener poder, pero no debe utilizarlo. Las tendencias políticas, a estas alturas de multiplicidad de ideas y de democracia conseguida, tienen que tener una visión plural de la política cultural y no encerrarse, es la única manera de demostrar un criterio sano y enriquecedor. No se puede perder lo conseguido. Hay mucho más camino, y el que no lo ve, pierde: Conciencia, apertura, multiplicidad y libertad.
 

Antonio Gala. De ninguna manera; desde un punto de vista literario, hay que recordar la frase de Jean Paul Sartre: "No se es escritor por haber elegido decir ciertas cosas, sino por la forma en que se digan". La forma es implacable en el arte, como con los tomistas, la forma es la esencia de las cosas. Los compromisos han pasado porque el compromiso de antes se transformó en el rabioso, y, como dicen en mi tierra, un olivar dura más que un ministro. Los artistas no deben estar sometidos a consignas. Cualquier artista, por una especie de disciplina, está en contra de todo poder. El arte es la gran rebeldía, la gran libertad, el gran vuelo.
 
 

 
-LA DIGNIDAD SE LLAMA TINIEBLAS GONZÁLEZ-
 
 
 

https://es.wikipedia.org/wiki/Tinieblas_Gonz%C3%A1lez

 
 
 
EL CINE ESPAÑOL ESTÁ PROSTITUIDO
 
 
 

"Esta rueda de prensa es mi entierro, soy consciente de que después de esto se me van a cerrar las puertas para poder filmar en España, pero me da igual. Me han violado, han violado mi película, y ya que no puedo costearme un largo proceso judicial he decidido denunciar mi caso en particular, que es extrapolable a lo que aconterce en otros muchos proyectos cinematográficos".
 
 



 
 
La historia se remonta a 2008. Tinieblas rodó "Alma Sin Dueño" en esas fechas, y los problemas arrancaron durante el propio rodaje.
 

"Hubo cantidad de problemas con la productora, Alma Ata. En Euskadi conseguimos unos 300.000 euros de financiación, por lo que a priori no tenía porqué haber problemas económicos. La película quedó bastante bien, con imágenes potentes, conté incluso con actores norteamericanos, pero los problemas comenzaron en la fase de montaje. Había un presupuesto para postproducción, pero la productora dejó de contactar con nosotros y presentó un montaje terminado a la distribuidora Filmax, que lo rechazó. Entonces se pusieron en contacto conmigo para hacer otro montaje. Lo hicimos y a Filmax le gustó. Pero a partir de ahí todo se volvió a torcer, porque yo ya tenía a mi equipo de postproducción configurado y presupuestado, pero ellos al parecer prefirieron ahorrar los costes, que ya eran ajustados, y hacer una chapuza. La película figura como estrenada en el Ministerio de Cultura, pero no la ha visto nadie. Yo he podido verla hace un mes, gracias a que una copia recaló en la Filmoteca vasca, reveló el director.
 

Tinieblas denuncia "las incongruencias" del presupuesto y la falta de información por parte de la promotora, "a pesar de que yo soy uno de los coproductores del filme no me han dejado mirar las cuentas en ningún momento y están pidiendo subvenciones a mi nombre, con facturas que llevan mi logo y que mandan desde correos electrónicos fantasmas".
 

Los meses pasaban y el equipo de Tinieblas no supo nada de la película, hasta que en marzo de este mismo año dieron con ella. "Llamamos al Ministerio y nos marearon; al final reconocieron que existía y que estaba calificada, pero no nos dejaron verla. Habían cambiado el título -Sin Alma- y ponía que había sido estrenada el 22 de diciembre pasado, en Madrid. Consta que la vieron media docena de personas y que se recaudaron 92 euros. Antees para acceder a las subvenciones exigían un mínimo de taquillaje vendido, pero ahora al parecer esos requisitos se han rebajado. Es terrible, todo esto pasa constantemente y nadie quiere verlo, nadie hace nada para cambiarlo. Por eso quiero denunciarlo, por eso y porque no tengo nada que perder", dice.

 
El cineasta partió de su caso para denunciar una práctica "habitual" en el cine estatal. Tinieblas repitió una y otra vez lo que su asesor legal adelanto a DEIA: que el beneficio de las productoras estatales de cine sale de las subvenciones públicas que  reciben y no de lo recaudado en taquilla. El cineasta explicó que la práctica de obtener beneficio a base de quedarse con el dinero público destinado a subvencionar el coste total de la película se produce en el 80% de los casos [sobre todo cuando se trata de autores noveles], y dijo que este sistema repercute también de forma negativa en la calidad del largometraje [las productoras tratan de abaratar costes por todos los medios]. "En el caso de mi película Alma sin dueño calculo que la productora Alma Ata ha obtenido un beneficio de más de 300.000 euros, al ahorrarse ese dinero de los 480.000 que estaban presupuestados para realizar una postproducción que elevase la calidad final del producto", relató el director, que señaló en una sola dirección: "Ese dinero se lo quedan las productoras, que llevan haciendo esto muchos años".
 

El que fuera autor de cortometrajes tan premiados como "Por un infante difunto" y "The Raven Nevermore" apuntó que esta práctica explica que el cine estatal "esté como está, porque la calidad del producto final les importa muy poco; saben que aunque no se comercialice el filme, ellos sacarán un buen beneficio". Solo con presentar la bovina concluida y con justificar el estreno del filme en un cine comercial ya pueden cobrar las subvenciones comprometidas por los distintos patrocinadores públicos.
 

Tinieblas puso como ejmplo también el caso de su amigo Juanma Bajo Ulloa, "otro maldito del cine estatal porque no se pliega a las directrices de las productoras, que muchas veces interfieren en la dirección y realización de las películas, obligando a firmar contratos leoninos a los directores, que tienen que tragar si quieren seguir dirigiendo". Según él, al año se producen más de 180 filmes en el Estado españo., "aunque sólo el 3% da beneficios en taquilla. Entonces, yo pregunto: ¿Por qué se ruedan tantas películas que no se estrenan nunca? Curioso, ¿no?
 

"El cien por cien del cine español se hace gracias a las subvenciones públicas, pese a que los productores digan que ponen dinero para la realización de las películas, porque el 97% de los largometrajes no dan beneficio en taquilla. Los productores lo que hacen casi siempre es avalar el proyecto con sus bines, pero raras veces ponen dinero sobre la mesa", insistió. Tinieblas dijo también que no se cree que el Ministerio de Cultura no tenga conocimiento de estas prácticas y aconsejó al público "que no pague por ver una película española, porque ya ha pagado con el dinero de sus impuestos, es de tontos", aunque quiso matizar: "No digo que no vayan a ver cine español, sino que no paguen por verlo, porque estarían pagando dos veces, una con el dinero de la entrada y otra con el de sus impuestos destinados a financiar la realización de la película".
 

El cineasta no dejo títere con cabeza y criticó también a sus compañeros de profesión aunque sin dar nombres. "Casi nadie se ha atrevido a denunciar estas prácticas abusivas y fraudulentas, y me gustaría que alguien se dirigiera a mí para decirme que estoy equivocado", apuntó desafiante.
 

Tinieblas González reconoció que ahora vive de la publicidad y de otros pequeños encargos, aunque mostró su intención de marcharse a Los Ángeles en breve para intentar llevar a la práctica sus proyectos, consciente de que en España las cosas se han puesto muy difíciles para él. "Dudo que me surja nada después de esto, pero tampoco sirve de nada hacer cosas que no me interesan o hacerlas de una manera que no me gusta. Para eso prefiero trabajar en una panadería" [El Clandestino] 
 


  

 
 
 
En la actualidad este ourensano vive en Los Ángeles
 
 
 





 
-LA SANTA COMPAÑA DE ARTISTAS-
 
 
 

https://es.wikipedia.org/wiki/Santa_Compa%C3%B1a


 
Recientemente Juan Manuel de Prada en un artículo titulado "Monárquicos campechanos" pone sobre el "tapete de debate" una reflexión de Gustave Thibon sobre las instituciones y las personas que las encarnan. Así comienza su reflexión el autor para presentar al lector las diferencias que se dan en el comportamiento humano en sociedades que él denomina enfermas y decadentes y en aquellas que por el contrario estima son fuertes y sanas.
 

Utiliza esta dicotomía social para más adelante hablar de aquellos individuos que valiéndose del halago fácil, el oportunismo temporal y la lisonja pasajera, aran su futuro personal a la sombra de hombres y mujeres públicos, influyentes y en la mayoría de los casos con una cierta autoridad moral, política, económica o histórica.
 

A estos "aprovechateguis" que es de esta forma como los retrata, de Prada los viste con un perfil cínico y adulador y desvela que se presentan siempre ante los demás como "defensores de bienes de naturaleza espiritual con argumentos economicistas". Son tratados por él como "aduladores hiperbólicos y babosos", prestos siempre al medre personal y los "interpreta" como "seres cambiantes" ya que afirma son "seres que no creen en nada" capaces hoy de defender una institución o representatividad estatal por el mero hecho de verse beneficiados para más tarde y ante la caída en desgracia de la personalidad que la encarna, atacarla de manera inmisericorde, olvidándose y desmarcándose por completo de los halagos y lisonjas anteriormente regalados.
 

Juan Manuel, escribe de este tenor para denunciar a todos aquellos "fervientes juancarlistas", defensores a ultranza de la monarquía española en las últimas décadas, que intentan mutar en este tiempo de "cambio social" para situarse como los nuevos profetas creadores de opinión de cara a una república emanada de "una sociedad enferma, idiotizada, decadente y cretina" como parece ser la española en la actualidad, porque para ellos, dice, es tan sólo su medre personal el objeto de interés prioritario, olvidándose por completo de todas aquellas piedras angulares necesarias e imprescindibles, que según él lo son, para cualquier civilización digna de tal nombre.
 

Del mismo modo que Juan Manuel habla de  la defensa de la monarquía española por personas de dudosa convicción ideológica que en la actualidad corren raudas a engrosar las filas del republicanismo más en boga, yo, Phi, podría aprovechar y continuar su reflexión hablando de todas aquellas otras que amparándose en el arte y en la cultura y haciendo gala de igual forma de ese cinismo-adulador "aprovechategui" han sabido situarse a la sombra de ciertas personalidades de la literatura, la pintura, la escultura, la música, el cine o la arquitectura, para conseguir una valoración social y "artística" que en realidad dista mucho de aquella que proyecta el árbol bajo el cual se han buscado cobijo.

 
Estos seres, en quienes yo y otros muchos también reparamos, al igual que lo hace de Prada en su texto, en ocasiones no se limitan a servirse y beneficiarse discretamente de "su ventaja" sino que incluso utilizan su presunta "valía artística y humana" para erigirse en verdaderos depredadores-destructores de todos aquellos que en su ámbito de influencia pudieran hacerles sombra o despertar algún tipo de crítica o duda razonable sobre su valía.

 
Estos "artistillas", siempre "guais", pelotas y arribistas, por lo general subvencionados, existen y conviven con nosotros en esta España desorientada de comienzos de siglo.

 
 
¡Tal vez hayan existido desde antiguo! ¡Tal vez siempre haya habido badulaques!
 

 
Con frecuencia, "estos especímenes", se presentan "recogidos y discretos" entre los ciudadanos de a pie pero prestos simpre a la escucha parásita, nociva e interesada de su ajeno y con palabra por supuesto baja más con un postureo siempre líder y decidido, aunque sumiso, ante los medios de comunicación y el poder, para no perder, claro está, esa extraordinaria ocasión de decir aquello en voz alta que se espera en ese "tiempo oportuno". ¡Santa Compaña diabólica! 

 
Artistillas en permanente alerta para no contradecir jamás una opinión sustentada por la mayoría que interesa. "Aprovechateguis" al margen de una discrepancia,  nunca deseada por tales ánimas, que pueda romper la armonía de esta tan bien presentada orquesta.

 
Almas en pena, Santa Compaña, Güestia, Hueste o Estadea  que a diario  y en muchos territorios del estado español se arrima al creador que en verdad lo es para libar sin sonrojo ni vergüenza del rico néctar elaborado e interferir si  lo estima conveniente en la vida de otros artistas, profesionales, o lo que se tercie -casi siempre trabajadores honestos de esfuerzo honrado- para vivir de los demás y por supuesto del  "cuento".

 
Falsos oradores y profetas, incapaces de crear nada que conduzca al enriquecimiento verdadero de un acervo colectivo. Acumuladores avaros de subvenciones, prebendas e intereses de cualquier tipo. ¡Estadea maldita!.

 
Por ello, yo, Phi, en este punto menciono, hago visible y me protejo de esta maléfica Santa Compaña de artistillas fraudulentos abriendo mis brazos en cruz y pronunciando alto y fuerte: ¡Jesucristo, Cruz ya tengo! ¡Te toca a ti! , al tiempo que dibujo con mi tiza recia y blanca este círculo en el suelo donde me resguardo, mientras ella pasa con su triste lamento.

 
E para rematar nada mellor para gardarme desta fatal Santa Compaña que cubrirme de igual xeito ca música e letra da miña terra galega ao rente dos bos artistas que nela viven, cantan e  bailan.
 
 
 

  https://es.wikipedia.org/wiki/Santa_Compa%C3%B1a 

 
 
 
MONÓLOGO DO VELLO TRABALLADOR - RAIÑA DE GALICIA
 
 

 
 
 
 
 

¡CACIQUES, RESPETAD LA PROFESIÓN!
 
 

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Como profesional que he sido es a vosotros los nacidos después del año 2000 y futuros padres y madres de los ciudadanos del siglo XXI a quienes deseo enviar el presente mensaje: Sois vosotros quienes tenéis la responsabilidad de terminar de ahora en adelante con la intolerancia y la hipocresía en la sociedad y en la educación. Sois por tanto los llamados a procurar una verdadera formación para vuestros hijos e hijas si queréis construir una sociedad igualitaria, crítica y libre basada en el conocimiento humano y científico. Deberéis de decidir en los próximos años si es más importante la forma o el fondo, el esfuerzo o la comodidad, la superación personal o la sonrisa hipócrita. De ello dependerá la educación y el único tesoro que os aseguro poseemos: la vida. Permaneced vigilantes de que ningún tipo de discriminación o acoso se materialice en el hecho educativo. Ni por parte del alumnado ni por supuesto tampoco del profesorado. El proceso educativo debe de realizarse en un contexto de libertad, comprensión y amor y no de prohibición, incomprensión o rencor. Os transmito de igual forma un deseo de larga vida. "Phi n´est pas rationnel"